U2

No son mi grupo favorito. Nunca lo han sido ni probablemente lo serán. Bono es un tío carismático que tiene el "morro" de pedirte que envíes un sms para ayudar a Africa solo unos minutos antes de subirse a su jet privado para dormir en Niza que es donde la banda duerme tras cada concierto de esta gira, cuyas entradas, por cierto, a casi 50 euros, no son precisamente baratas. Pero aún así, hay que reconocerlo... El concierto es bestial. Una de esas cosas que si puedes permitírtelo y tienes la suerte de pillar una entrada, tienes que hacer una vez en la vida. Porque, entre otras cosas, U2 es posiblemente la banda más en forma del mundo. Si nos ponemos a examinar un poco el triste panorama musical mundial, hay muy pocos que puedan llegar a hacerles sombra. Supongo que conscientes de ello, lo amigos, en esta gira al menos, no dan conciertos. Dan espectáculos multimedia de una calidad acojonante. La música te envuelve con un sonido perfecto en un recinto con una acústica tan horrible como la de un estadio de fútbol, y estes dónde estes, puedes seguir el concierto en su totalidad, sin perderte ni un solo segundo, ni un solo detalle, mirando a las 4 gigantescas pantallas colocadas a unos 7 metros de altura. Y no acaba ahí... el escenario, un puzzle de placas de más de 9 metros de altura y 15 de anchura fusiona luz, color, imagen real, animación por ordenador o lo que sea necesario, hasta conseguir hipnotizar al aforo al completo. Ni siquiera la banda parece ser capaz de competir con este gigantesco espectáculo, excepto quizás para los afortunados que se encuentran tan cerca de ellos como para tocarlos, cuando caminan por las rampas que se alejan del centro del escenario y se meten entre el enfervorecido público. Además tocan bien, muy bien; son muchos años de experiencia y saben lo que la gente quiere escuchar, mezclando lo más viejo con lo más clásico. Por eso, aunque no son mi grupo favorito, el jueves pasado, me lo pasé lo mejor que me lo había pasado hace mucho en un concierto. Desde que fui al que si que era mi grupo favorito en su momento.

El próximo concierto no será un espectáculo, sino un concierto de verdad... en la fiesta del PCE en la Casa de Campo de Madrid en septiembre. Rosendo y Reincidentes... dos grupos de música, no multimedia y que por lo menos llevan casi tanto tiempo como los irlandeses dando guerra. Aunque estos no tengan jet privado.