En la 2da. sentada

Todo iba bien. La gente se congregó a partir de las 19 horas. Al principio no había mucha gente, unas 1.000 personas. Pero media hora después éramos muchos más, unos 3.000 calculo. Quizás más. Eso sí, ni la prensa de izquierdas ni la de derechas, ni la pública ni la privada. Para eso mayoría absoluta. Para eso consenso. Para ignorar a la peña que pide que se respete sus derechos no hay problema. No existís. Por eso están aquí estas fotos. Lo que no se ve en las fotos, es que cuando empezamos a movernos con absoluta tranquilidad y sin crear ningún tipo de alboroto, quién si que estaba allí era la policía nacional.









De 2 a 4 lecheras en TODAS las salidas de la puerta del sol, custodiando a esa peligrosa gente que les paga los sueldos y que protesta por algo injusto que han creado las inmobiliarias y los especuladores con el amparo y la conformidad de los políticos. Cuando intentamos salir, las cargas, los golpes, los nervios. Porque ellos estaban armados, y nosotros solo teníamos argumentos.
Triste, penoso, patético...

Nos fuimos en el metro temiendo que al final se escapara algún palo o algo que nos hiciera sangrar como al chico de la última foto.

Al que por cierto, la policía se acercó no para interesarse por su feo corte, sino para recriminarle, que al que protesta contra lo establecido, sea justo o no le puede pasar eso... como mínimo. Pero la gente parecía dispuesta a seguir durante la tarde. Espero enterarme en la web de viviendadigna.es si lo consiguieron.

Pues eso, que volveremos a la tercera sentada y a la cuarta, y a la quinta... Pero hemos de aprender la lección, hay que hacerlo en sitios abiertos, más difíciles de coartar. No vaya a ser que consigamos llegar a la puerta del congreso y... sentarnos delante! Hasta ahí podíamos llegar.